POR: CARMEN
MOLINA TAMACAS 06 MAYO 2018
Todo
comenzó el 14 de febrero de 1995. Dos de las cuatro hijas de Leonila Vásquez
fueron a la tienda a comprar pan y leche para el desayuno y regresaron
caminando por las vías del tren, “La Bestia”, el mismo que es usado por los
inmigrantes centroamericanos y de otras partes del mundo para cruzar una parte
del territorio mexicano en su ruta hacia el Norte.