Procesaron
a un policía y a dos delincuentes por la muerte de una florista
BUENOS AIRES, 27 (NA). –
BUENOS AIRES, 27 (NA). –
Un oficial subinspector de la Policía Bonaerense
y dos delincuentes fueron procesados ayer por la muerte de la florista Erica
Vedia, quien quedó en medio de un tiroteo en la localidad de Avellaneda. La
decisión fue tomada por el fiscal de Lomas de Zamora, doctor César Lucero,
quien a partir de la necropsia realizada al cadáver de la florista comprobó que
la bala asesina provenía de una pistola calibre 9 milímetros , arma que
utilizaron los tres procesados durante el sangriento episodio registrado el
pasado viernes.
No obstante, el fiscal Lucero ahora deberá esperar los resultados de las pericias balísticas para determinar si el proyectil fue disparado por la pistola del Policía, por una de las otras dos armas del mismo calibre que tenían los detenidos o por alguna que no fue secuestrada y está en poder de algunos de los tres prófugos. En tanto, efectivos de
Vedia, de 26 años, vendía flores en un puesto
que tenía en el partido bonaerense de Avellaneda y murió el viernes al recibir
un balazo en la cabeza al quedar en medio de un tiroteo entre cinco
delincuentes y un policía que los perseguía. Los trágicos sucesos se iniciaron
alrededor de las 9:30 en Salta y Belgrano -a 12 cuadras del puesto de flores-,
cuando cinco hombres que se desplazaban en un Peugeot 306 gris se acercaron a
un frigorífico en "actitud sospechosa", que fue observada desde una
camioneta de la Policía.
Los uniformados habrían impartido la voz de alto, que no fue
acatada por los sospechosos, por lo que, a partir de allí, comenzó una
impresionante persecución.
A unas ocho cuadras del frigorífico, el
Peugeot chocó con un auto, pero siguió su veloz carrera alocada, por lo que al
llegar a Güemes y Belgrano (casi debajo del puente de cemento por donde pasa el
tren), el auto volvió a colisionar, esta vez contra una camioneta Fiat Fiorino.
Como consecuencia de esto, los dos vehículos quedaron sobre la rampa de entrada de una estación de servicio, mientras que la camioneta dela Policía paró al lado de la
camioneta blanca, tan pegada que el chofer no pudo abrir la puerta para salir.
Entonces, el policía que lo acompañaba bajó y se inició el violento tiroteo,
ante la desesperada mirada de los numerosos transeúntes que había en el lugar.
Como consecuencia de esto, los dos vehículos quedaron sobre la rampa de entrada de una estación de servicio, mientras que la camioneta de