10ABR2013
Pepe, la camioneta gourmet
Por: José Carlos Capel
Antes de marcharme de Washington tenía que localizar a Pepe. El lunes había visto estacionadas estas famosas camionetas que alcanzan un éxito inusitado. En cualquier calle, en rincones y plazas céntricas aparcan a partir de media mañana y comienzan a vender lo que pregonan en el exterior.
Comida vietnamita, steaks, hamburguesas, guisos de carnes sacrificadas con el rito halal, sushi, ensaladas orgánicas, pollos asados, cafés de orígenes prestigiosos, cocina de fusión y hasta rollitos de bogavante o langosta. “Mas de 200 camiones de comida circulan a diario por Washington”, me dijo mi amigo el famoso cocinero José Andrés. “Con la crisis ha crecido esta actividad. Es una salida para jóvenes y profesionales en paro. El Ayuntamiento anda desbordado. En tres años su número se ha multiplicado”.
¿De que estamos hablando? De cantinas ambulantes, carromatos con servicio de catering, “fregonetas” estilo hippie o como queramos llamarlas. Se trata de losgourmet food trucks movimiento urbano relativamente reciente cuyos antecedentes se remontan a mediados del XIX, y que rebrotaron no hace mucho en California y Nueva York. Sus comidas yo no las calificaría de#streetfood sino de#cityfood. No se parecen a los típicos puestos de comida de calle. En su interior llevan cocinas eléctricas, freidoras, planchas y hornos de microondas. Equivalen a restaurantes ambulantes. Que yo sepa en Chicago no se les permite cocinar, deben estacionar más allá de 200 pies de los restaurantes fijos y no pueden permanecer más de 2 horas en el mismo lugar.
“Washington aplica controles sanitarios muy severos”, me diría Rosell, asistente de Andrés. “Aún así su trabajo todavía no esta regulado”. Tan importante es el filón económico que algunos restaurantes explotan su propio food truck.
“Nuestro Pepe hace servicios de catering, acude a bodas y banquetes, bailes y fiestas privadas. Imagínatelo plantado en un jardín”