martes, 28 de abril de 2020

Los japoneses y el secreto de la longevidad


Los habitantes de Okinawa en Japón son conocidos por vivir más de 100 años. Aquí hay tres veces más que en el resto del mundo. Conocemos con ellos los secretos de su longevidad, basada en la comida, en un cítrico mágico y en una vida fuera de lo común.  Okinawa es un archipiélago compuesto por 160 islas bañadas por el Océano Pacífico y arropadas por un clima subtropical.  





El archipiélago ________________ el mayor número de personas centenarias del mundo, tres veces más que en cualquier otro lugar, con una media de 76 por 100.000 habitantes. Para ________________ los secretos de esta longevidad, nos ________________ al restaurante de Emiko, que antes de ser chef fue dietista. 
Emiko ________________ en Ogimi, un pueblo de 3000 habitantes ________________ por ostentar el récord de número de personas con más de 100 años. Esta chef es conocida por su “menú de la longevidad”, una apuesta gastronómica ________________ en las recetas de los más mayores, en las que abundan sobre todo las verduras de temporada. 
"________________ lo que acabamos de recoger del jardín, y lo ________________ enseguida a los consumidores. Tenemos un estilo de vida en el que el huerto y la cocina ________________ muy unidos y a mí como nutricionista ________________ que la comida sea muy fresca", cuenta Emiko Kinjo. 
La media de edad en Ogimi es de 91 años. Tres buenos ejemplos son Kikue, Chiyo y Yukiko, de 90 y 92 años. A pesar de su avanzada edad, sus ganas de vivir son envidiables y aún ________________ trabajando como bailarina, productora de tofu y presidenta de una asociación, respectivamente. 
“No ________________ vivir tanto tiempo, pero es algo que ________________ de forma natural. La clave está en reunirnos, reír y llorar juntas. Eso es lo que importa. Encontrarnos, cantar y bailar”. A lo que una de sus amigas añade: "Creo que el secreto de la longevidad es no preocuparse mucho y seguir hacia delante". 

El shikuwasa, fuente de la eterna "juventud" 
Otro de los secretos para vivir durante mucho tiempo ________________ en consumir un pequeño limón del que el pueblo de Ogimi es el mayor productor. A los habitantes de Okinawa ________________ el zumo amargo del Shikuwasa, de grandes propiedades antinflamatorias. A sus 103 años, Tamaki Shinpuku aún ________________ del cultivo de shikuwasa que compró cuando se jubiló. Para él, esta plantación es el verdadero fruto de su vida. 
“Ya haga bueno o malo, siempre ________________ shikuwansa. Tanto yo como mis amigos comemos muchas mandarinas. La verdad es que ése es nuestro pequeño placer”. 
¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? 
Otro factor en esta receta de la longevidad es el trabajo: nuestra guía nos ________________ hasta su plantación donde cultiva fibra de la banana que se emplea para el bashofu, artesanía japonesa de fabricación de telas. La señora Taira, que el próximo invierno cumplirá 100 años, ha sido nombrada como “un tesoro vivo nacional” debido a su contribución a la cultura japonesa, porque sin ella, el arte del Basho Fu, que data del siglo 7, producido solo en Ogimi, habría desaparecido tras la Segunda Guerra Mundial. Trabaja en este taller 6 días a la semana, 9 horas cada día. 
"Ya no ________________ hacer tareas que requieran mucho esfuerzo. Pero incluso si no soy tan buena como solía serlo, porque ahora ________________ mayor, cuando trabajo me olvido de mi edad. Creo que si no tuviera esto, no podría vivir", explica la artesana Toshiko Taira. De media, se tarda un año fabricar un kimono, un objeto precioso que se venderá al precio de 18.000 euros. 
Comer sakuna para vivir más 
Los okinawenses están dispuestos a compartir sus secretos de la longevidad en Irabu, una pequeña isla en el sur de Japón. Una asociación de mujeres ________________ a los turistas la oportunidad de descubrir plantas salvajes comestibles. Su gran tesoro es la sakuna________________ como la hierba de la vida eterna. "Dicen que cada vez que comes una hoja, tu esperanza de vida se ________________ un año más”, cuentala granjera Miwako Wi. 
Cocinar con un local en su casa, es una experiencia que no es fácil vivir en otro lugar de Japón, ya que los japoneses preservan mucho su vida personal. Por suerte, hoy nos enseñan a cocinar la flor de hibisco en tempura. 
Una dieta sana, una vida activa tras la jubilación y una alegría de vivir única. Tres de las claves del verdadero secreto para vivir durante mucho tiempo. 

Dubai consumo local


https://es.euronews.com/2020/04/08/le-importa-de-donde-viene-su-comida-este-movimiento-trabaja-por-el-consumo-local

El café de la discordia

Diez minutos bien empleados - El café de la discordia - 17/02/20 17 feb 2020

Una sentencia de la Audiencia Nacional ha puesto a la pausa del café en el centro de todas las miradas. Para los empresarios no debería considerarse como tiempo de trabajo efectivo, mientras, los sindicatos defienden todo lo contrario. Intentamos descifrar cómo deberían tratarse estas pausas en el trabajo con la ayuda de Mercedes Martínez, portavoz de UPIT, Fabián Valero, experto en derecho laboral y recogiendo el punto de vista de todos los eslabones implicados


domingo, 19 de abril de 2020

Entregas a domicilio





Repartir paquetes durante la cuarentena: ropa, animales y patinetes

José Luis, repartidor en Valencia, trabaja 12 horas al día para hacer hasta 80 entregas por jornada. Asegura que la gran mayoría de los productos no son de primera necesidad

Un repartidor realiza la entrega de un paquete en un domicilio de Ourense este jueves.
Un repartidor realiza la entrega de un paquete en un domicilio de Ourense este jueves. / Brais Lorenzo (EFE)


Este jueves conocimos que en Francia, por decisión judicial, Amazon solo podrá repartir alimentos, productos médicos y de higiene. En nuestro país, la lista de actividades esenciales elaborada por el Gobierno incluye a los trabajadores que se encargan de la “distribución y entrega de productos adquiridos en el comercio por internet, telefónico o correspondencia”, pero no especifica el requisito de que esos productos sean de primera necesidad. La consecuencia: los repartidores no solo no han dejado de trabajar durante la pandemia, además trabajan más que nunca. "Como si todos los días fueran Black friday", asegura José Luis, repartidor de paquetería en Valencia.
Él trabaja para una pequeña empresa de Valencia, que a su vez presta servicio a una de las grandes compañías de reparto de paquetería a nivel mundial. Cuando se aprobó el estado de alarma, en un primer momento, le despidieron del trabajo porque creyeron que el nivel de envíos descendería drásticamente. Nada más lejos de la realidad. A los pocos días volvió a su puesto por la demanda de repartidores que se produjo, y no ha dejado de entregar paquetes en jornadas de 12 horas. Hasta 80 al día, sin contar las ausencias en el domicilio (que las hay), ni el servicio de recogida de paquetes que también efectúan. "Yo sólo llevo cuatro días destinado en esta zona y todavía no la conozco muy bien. Los compañeros que llevan más tiempo llegan a repartir 130 paquetes al días".

La relación de productos que el repartidor ha llevado a cientos de casas en las últimas semanas da a entender que los consumidores no están especialmente concienciados con la exposición al virus de los trabajadores de reparto. "Estoy repartiendo peluches, mascotas, golosinas y hasta un patinete. Las grandes marcas de ropa lo están reventando y además hacen publicidad diciendo: compra más, que nosotros te lo llevamos... Y no, el que lo lleva soy yo", explica el repartidor, que no sale de su asombro: "Muchas noches llego a casa y les enseño a mis hijos las fotos. Antes repartíamos una o dos mascotas a la semana como mucho entre toda la oficina, ahora, todos los días repartimos dos o tres perros, pájaros, conejos, gallinas... Los últimos cinco pedidos que he llevado son tres ramos de flores, un desayuno y una caja de naranjas".


"Me impacta que la gente saga a aplaudir a los balcones, pero a la vez están en casa y compran todo lo que les apetece". Sin ir más lejos, el ya citado comprador del patinete le reconoció que no iba a usarlo para ir a trabajar, sino que lo encontró de oferta. José Luis, en cualquier caso, diferencia entre unos productos y otros. Y reivindica su trabajo como esencial, pero pide "que la gente no compre tontadas". La consecuencia, advierte, será dejar de lado otras entregas más importantes. "Nosotros también llevamos muchos productos de farmacia, medicamentos; o de informática, para la gente del teletrabajo; documentación bancaria; e incluso comida".
Los protocolos de entrega también han cambiado. "Obviamente no podemos entregar en mano [ni pedir la firma] y la gente tiene que bajar a por los paquetes", explica. Este proceso también le ha costado alguna polémica: "Una señora me dijo que no podía bajar porque estaba cuidando a una mujer de 80 años y le dije que mi madre también tenía esa edad y estaba en mi casa con mis dos hijos mientras yo repartía el paquete. Pido un poquito de empatía. Yo también tengo madre y también la tengo que cuidar".
La parte positiva de trabajar en este contexto, si es que la hay, es que la disminución del tráfico les permite aparcar con más facilidad que nunca. Sin embargo, hay un detalle en el que solo ciertos trabajadores de la calle han reparado: el cierre de los bares es un doble castigo para ellos. No pueden parar para descansar y comer o beber un café, ni hacer sus necesidades fisiológicas. "Yo no puedo estar 12 horas aguantándome el pipí. Muchos trabajadores estamos fastidiados y esperamos que abran bares de urgencia para atender a los que trabajamos en la calle: barrenderos, jardineros, repartidores...".
Tras atender en directo a A vivir, José Luis sigue trabajando en esta jornada laboral de sábado. Lo hará igual el lunes,  festivo en Valencia. Siempre le quedarán los domingos, su día libre. "Le he dicho al jefe que para el domingo me deje un par de cajitas más para no sentirme raro", bromea este trabajador "esencial" antes de volver a su desempeño.