La nave espacial que quiere revelar los misterios del Sol
Martes, 8 de octubre de 2013
Desde una discreta oficina en el
estado estadounidense de Maryland, el científico Brett Sapper tiene la
inmensa responsabilidad de conducir un satélite que busca revelar los
enigmas del Sol.
Sapper se encarga de las operaciones de vuelo
del Observatorio de Dinámicas Solares (SDO), una nave de la agencia
espacial estadounidense NASA que busca entender los humores
impredecibles de nuestra estrella -con sus erupciones, sus misteriosas
manchas oscuras y sus intensos destellos- y determinar el impacto que
eso puede tener sobre nosotros en la Tierra.Por esa observación permanente, la cantidad de datos y fotografías que el SDO envía de regreso a la Tierra es casi tan grande como la misma meta que tienen los astrónomos: se estima que el satélite transmitirá hasta 50 veces más información científica que cualquier misión en la historia de la NASA, algo así como el equivalente a descargar medio millón de canciones al día durante mínimo cinco años.
Para averiguar cómo Sapper controla esta nave espacial y qué hacen los astrónomos con el aluvión de datos -que ya alcanza las 140 millones de imágenes del Sol- BBC Mundo visitó el centro de operaciones del SDO, en el centro espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland.
Un robot espacial
De profesión ingeniero eléctrico, Sapper trabaja con otras ocho personas en Goddard para controlar las operaciones diarias del satélite: no sólo envían instrucciones de movimiento a la nave, que se encuentra a 36.500 kilómetros de la Tierra, sino también controlan dos antenas de 18 metros de diámetro en el estado de Nuevo México, que en todo momento rastrean el satélite.
Éste tiene tres instrumentos científicos, las tres joyas que utilizan los expertos para auscultar los elementos más importantes del Sol (como su superficie, su atmósfera o los rayos ultravioleta extremos) y que diferencian al SDO de otras naves que también analizan nuestra estrella.
El Sol y sus misterios
El SDO no es el único satélite
encargado de estudiar el Sol. Hay varias naves que también lo hacen,
aunque tienen objetivos particulares distintos.
El hecho de que se esté estudiando tan de cerca nuestra estrella ha permitido lograr hallazgos muy importantes sobre su comportamiento, aunque las dudas persisten: el Sol sigue siendo una estrella capaz de fascinar por lo que revela y por lo que esconde.
Entre las preguntas que persisten, entre los temas que aún necesitan más respuestas, están las razones detrás del ciclo solar, que dura 22 años en total, o cuáles son las señales que anuncian una erupción solar.
Y, por supuesto, los científicos no logran ponerse de acuerdo en si es posible que se dé una megaerupción.
El hecho de que se esté estudiando tan de cerca nuestra estrella ha permitido lograr hallazgos muy importantes sobre su comportamiento, aunque las dudas persisten: el Sol sigue siendo una estrella capaz de fascinar por lo que revela y por lo que esconde.
Entre las preguntas que persisten, entre los temas que aún necesitan más respuestas, están las razones detrás del ciclo solar, que dura 22 años en total, o cuáles son las señales que anuncian una erupción solar.
Y, por supuesto, los científicos no logran ponerse de acuerdo en si es posible que se dé una megaerupción.
Otro instrumento puede estudiar el interior del Sol, donde los astrónomos estiman que está la clave para entender sus reacciones imprevisibles y violentas.
Y lo hacen con una técnica sorprendente: revisando los sonidos que produce el Sol. Sí: el Sol genera ondas de sonido.
Hasta hace algún tiempo, ver el corazón del Sol era imposible. Pero entonces se descubrió que nuestra estrella vibra, casi como un órgano de tubos gigante, gracias a los gases que salen de su interior. Y así como los sismólogos pueden ver las capas de la Tierra estudiando las ondas de sonido, también los astrónomos pueden ver así el interior del Sol.
Más que una simple esfera amarilla
Uno de los compañeros de Brett Sapper es William Dean Pesnell y su trabajo consiste precisamente en interactuar con los científicos que analizan lo que produce el SDO.Él, en otras palabras, es uno de los responsables de transformar el trabajo técnico de Sapper y su equipo en resultados concretos que permitan descubrir los efectos del Sol en la Tierra más allá de simplemente mantenerla caliente.
Cinco datos deslumbrantes del Sol
- El diámetro del Sol es unas 110 veces más amplio que el de la Tierra.
- La energía del Sol se produce por reacciones nucleares en su centro.
- El Sol es una gran bola de plasma formada principalmente de hidrógeno, helio, oxígeno, carbono, nitrógeno y neón.
- Si uno viaja a 80 kilómetros por hora, tomaría 176 años llegar al Sol.
- El Sol es una estrella promedio. Hay estrellas más calientes y frías, así como más o menos brillantes.
El tema es tan serio, que la NASA cita un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, que predijo en 2008 que una enorme tormenta solar, de esas que sólo ocurren una vez cada siglo, podría causar 20 veces más daños económicos que el huracán Katrina.
De ahí que sea clave, como explica Pesnell, tratar de predecir qué va a hacer el Sol: "Nuestra meta es poder decirles a las personas que va a ocurrir una erupción y que si eso les interesa, deben tomar precauciones".
Para cumplir su objetivo, tanto a Sapper como a Pesnell todavía les falta mucho trabajo. El SDO fue lanzado al espacio en 2010 con una misión inicial de cinco años, pero ellos esperan poder ampliarlo algunos más.
Después de todo, en juego está un premio grande que ha eludido a los científicos durante décadas: entender, con una gran precisión, cómo se comporta nuestra estrella caprichosa y dominante.
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