Decálogo para un mejor uso del tiempo en vacaciones
Fijar unos horarios flexibles. Es aconsejable marcar unos horarios mínimos, dentro de una flexibilidad, y no cambiar de una manera los hábitos horarios de todo el año porque eso podrían más estrés.
Desconectar. Para poder descansar es imprescindible dejar de lado los problemas cotidianos del trabajo. Gestionar el tiempo adecuadamente saber separar parcelas, de manera que la laboral debería quedar al margen, durante el periodo vacacional, dando paso a la personal y a la familiar.
Evitar las prisas. Muchas veces al hacer un viaje o excursión pretendemos verlo todo en el poco tiempo del que . Es preferible tomarlo con tranquilidad, pues corremos el riesgo de acabar más cansados que cuando empezamos las vacaciones.
Planificar. Una manera de aprovechar el tiempo en nuestros viajes es organizarlos con antelación. Una planificación de las jornadas nos facilitará optimizar mejor nuestro tiempo.
Dedicar tiempo a los seres queridos. Es importante que aprovechemos el tiempo para estar con las personas que durante todo el año están a nuestro lado, pero que por diversos motivos, y a nuestro pesar, no les podemos dedicar todo el tiempo que nos gustaría.
Reservar tiempo para . No debemos olvidar que tras un largo periodo laboral sujeto a una serie de obligaciones, se debe dar paso a un periodo donde la prioridad
la autorrealización de uno mismo; para ello, debemos dedicarnos tiempo.
Aprovechar las comidas. Las comidas apresuradas, tan frecuentes durante el resto del año, dan paso en vacaciones a comidas más pausadas y en familia. Las sobremesas son momentos favorables para reuniones con amigos y para pasar tiempo de calidad con los seres queridos.
Evitar el sedentarismo. Las vacaciones son un periodo para descansar y dejar lado el estrés del día a día. Pero esto no debería asociarse con no hacer nada en absoluto, pues de lo contrario la vuelta a la rutina se hará más cuesta
Dedicarnos a nuestros hobbies y aficiones. El periodo estival es un excelente momento para llevar a cabo los hobbies y proyectos que durante el año no hemos podido realizar por falta de tiempo.
Buenos propósitos. El verano es un periodo de desconexión, en el que toman valor aspectos de nuestra vida que teníamos un poco olvidados como la vida familiar o el ocio. Si conseguimos marcarnos unas pautas sólidas, y concienciarnos de que con organización todo tiene
, nos puede servir de entrenamiento para hacerlo también durante el resto del año.
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